Desde 1993, el 22 de marzo de cada año celebramos el Día Mundial del Agua, con el propósito de crear consciencia y tomar medidas para hacer frente a la crisis actual del agua. Hoy en día, 1.8 billones de personas usan una fuente de agua potable contaminada, poniendo su salud en alto riesgo. A su vez, a nivel mundial, la mayoría de las aguas residuales de nuestros hogares, ciudades, industrias y agricultura retornan a la naturaleza sin ser tratadas o reutilizadas, contaminando el ambiente y perdiendo valiosos nutrientes y otros materiales recuperables.
Es así que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, presentados en el 2015, apuntan a garantizar que todos tengan acceso al agua potable para el año 2030, así como a reducir a la mitad la proporción de aguas residuales no tratadas y aumentar su reutilización segura, convirtiendo al agua en un tema clave en la lucha para erradicar la pobreza extrema a nivel mundial. Es en este contexto, que la Universidad Católica de Santa María asumió el reto y desde Junio del 2016 forma parte del proyecto INNOQUA, proyecto de Horizonte 2020 financiado por la Unión Europea que involucra a 20 socios distribuidos a lo largo de cuatro continentes y pretende desarrollar e implementar un ‘Sistema Innovador Ecológico de Saneamiento in-situ para el ahorro de Agua y Recursos’ y así demostrar en condiciones reales un sistema modular para el tratamiento del agua basado en la capacidad de purificación de organismos biológicos (lombrices, zooplancton y microalgas) y cuya configuración se ajustará a las necesidades y mercados de cada nación participante.
Al explotar este valioso recurso de manera sostenible, no solo mejoraremos el ciclo del agua para cada ser vivo, sino que contribuiremos también al logro de los Objetivo de Desarrollo Sostenible. Guy Ryder, presidente de UN-Water, dijo: ‘haz lo que puedas, hazlo con otros y hazlo con pasión’. Es precisamente esta la convicción que nos motiva, buscamos desarrollar biotecnologías ambientalmente amigables y sostenibles, generar capacidades, involucrar no solo a la comunidad académica sino a todos los actores relevantes, y tenemos el profundo compromiso de ofrecerle a nuestro país no solo una forma innovadora de tratamiento de aguas residuales, sino alternativas resilientes que nos ayuden a afrontar los retos actuales y nos otorguen herramientas, fortalezas y capacidades para estar preparados para los retos futuros.
Por lo tanto, estés donde estés, hagas lo que hagas, haz que este 22 de marzo sea sobre el agua.